martes, 4 de noviembre de 2008

LA HERENCIA: UNA NACION


Cuando el rey murió en 1788, terminó la historia del reformismo ilustrado en España, pues el estallido casi inmediato de la Revolución Francesa al año siguiente provocó una reacción de terror que convirtió el reinado de su hijo y sucesor, Carlos IV, en un periodo mucho más conservador. En seguida, la invasión francesa arrastraría al país a un ciclo de revolución y reacción que marcaría el siglo siguiente, sin dejar espacio para continuar un reformismo sereno como el que había desarrollado Carlos III.
Entre los aspectos más duraderos de su herencia quizá haya que destacar el avance hacia la configuración de España como nación, a la que dotó de algunos símbolos de identidad e incluso de una capital digna de tal nombre, pues se esforzó por modernizar Madrid y engrandecerla con monumentos como la puerta de alcalá o el Hospital de San Carlos y con edificios representativos destinados a albergar los servicios de la creciente administración pública. El impulso a los transportes y comunicaciones interiores ha sido otro factor político que ha actuado en el mismo sentido, acrecentando la cohesión de las diversas regiones españolas. Estas son sólo algunas de las razones por las cuales Carlos III fue conocido como el «mejor Alcalde de Madrid».

2 comentarios:

Jose L dijo...

Muy buena entrada.

alba dijo...

me ha gustado mucho Sandri!!!
enhorabuena y sigue así niña!!
besitos